Me hubiese encantado ser de otra manera. Me hubiese encantado ser la hija de puta de turno que hace daño por donde pasa y que pisotea a todo el mundo sin importarle las consecuencias, la vividora de la vida al máximo extremo, la poco detallista y que se me olvidaran las fechas señaladas y aunque me acordase lo único que se me ocurriera hacer sería dar las felicidades sin necesidad de detalles de por medios. Me hubiese encantado ser egoísta, y pensar de todas las maneras posibles en que yo fuese lo primero y lo último de todo, que me preocupase más por otras cosas sin importancia y me olvidara de la persona que tengo al lado. Me hubiese encantado ser la mujer de hielo esa que no llora ni por asomo, la orgullosa hasta más no poder de esas que no mueven un solo dedo, porque le gusta que le huelan el culo. Me hubiese encantado ser la indiferente, la no cariñosa, la bruta, la cobarde, la incapaz, la insensible ...

Pero me a tocado ser todo lo contrario a eso, me ha tocado ser la buena, la detallista, la que llora, la que todo le duele, he perdido el orgullo, he sido cariñosa, capaz, sensible ... y he visto como todo esto no me ha servido sino para darme cuenta de que por mucho que hagas, digas o demuestres nadie te lo tendrá en cuenta.